Título Original: The Traveler, Título en español: Retrato en
sangre
Autor: John Katzenbach
[Página Oficial] Editorial: Zeta,
Páginas: 625, Género: Suspenso-Thriller,
✎✎ Sinopsis ✎✎
Miami, Nueva Orleans, Kansas City, Omaha, Chicago, Cleveland... Un hombre, una mujer, un coche, una cámara fotográfica. No es un viaje normal por carretera, pues él se dedica a secuestrar, matar y, después, fotografiar a sus víctimas, y ella a escribir sobre lo ocurrido y asegurarse de que ha plasmado correctamente la historia, porque sabe que luego su captor lo revisará todo. La detective Mercedes Barren, de la policía de Miami, tiene motivos de sobra para perseguir a ese psicópata desconocido: su sobrina es una de sus presuntas víctimas. También el psiquiatra Martin Jeffers, especialista en delitos sexuales, está interesado en el caso. El primer sospechoso que encuentran es un fundamentalista islámico, pero pronto descubren que el asunto es más complicado de lo que creían, y que ese islamista nada tiene que ver con el secuestro de la joven.
El protagonista de esta historia es el villano, Douglas Jeffers un fotografo y psicópata que secuestra a la estudiante universitaria Anne Hampton para que escriba sus memorias. mientras emprenden un viaje de asesinatos brutales.
Este es el tercer libro que leo del autor, y he decir que aunque no me pareció el mejor de los tres, ciertamente tiene muchísimos elementos que vale la pena resaltar.
Para empezar aquí Katzenbach juega con los principios morales de sus protagonistas de una manera maravillosa, cada uno se ve expuesto a situaciones que los obliga a llegar al límite de sus capacidades con tal de hallar la verdad o lograr sus objetivos. Tal es el caso de Martin Jeffers, hermano de Doug, el cual no cree de ninguna forma que su hermano sea un despiadado asesino, por ello se ve forzado a mentir por su hermano, a cambiar los hechos e incluso a salpicar a sus pacientes (en el psiquiátrico de la sala de criminales sexuales) con tal de encontrar una respuesta a estas acusaciones "imposibles" para el.
Un retrato en sangre brilla por sus descripciones y detalles, no te pierdes de nada ambientalmente hablando, y en la investigación criminal no deja nada a la especulación. Tienes los mismos elementos que los personajes para descifrar los hechos, así que se siente fluido como la historia va tomando su rumbo.
La psicología representada en este libro en cada perfil mental y emocional de todos los personajes es inmenso, pasado, presente y que podrían llegar a ser en el futuro, todo nos lo es mostrado con lujo de detalles.
Algo que me encantó y tengo que subrayar, es la terminología policíaca, jurídica y criminal, pero no te asustes, no es ni exagerada, ni pesada, ni excesiva, y mucho menos innecesaria. Esto le suma al libro, le da un aire profesional y serio a todos los acontecimientos terribles que están pasando.
Lo único exasperarte en algunos momentos son los diálogos sin fin que no llevan a ninguna parte (Doug por favor... sabemos que son tus memorias pero cállate un segundo), y el principal problema que me decepcionó bastante ... su final, muy predecible, como una vieja película de policías y ladrones, no sorprende.
Katzenbach tiene una gran habilidad para mantener en el borde del asiento al lector,
quieres saber que pasa, el ambiente de suspenso, desesperación y drama, incluso durante el pasado de los personajes, siempre aumenta el hambre de saber más... y más.
Hago lo que hago porque tengo que hacerlo, porque quiero hacerlo. Porque todos tenemos algo dentro que nos dice lo que tenemos que hacer, y si no hacemos caso nos asfixia con el deseo de hacerlo.
Este es el tercer libro que leo del autor, y he decir que aunque no me pareció el mejor de los tres, ciertamente tiene muchísimos elementos que vale la pena resaltar.
Para empezar aquí Katzenbach juega con los principios morales de sus protagonistas de una manera maravillosa, cada uno se ve expuesto a situaciones que los obliga a llegar al límite de sus capacidades con tal de hallar la verdad o lograr sus objetivos. Tal es el caso de Martin Jeffers, hermano de Doug, el cual no cree de ninguna forma que su hermano sea un despiadado asesino, por ello se ve forzado a mentir por su hermano, a cambiar los hechos e incluso a salpicar a sus pacientes (en el psiquiátrico de la sala de criminales sexuales) con tal de encontrar una respuesta a estas acusaciones "imposibles" para el.
La psiquiatría ha demostrado que son los pecados de los padres, los que recaen sobre los hijos. >> Fuimos abandonados, y luego fuimos tratados con crueldad, sin amor, los dos pilares de la desesperanza. ¿Es de sorprender que Doug haya decidido, ya de adulto, cobrarse venganza de un mundo que lo odió tanto? <<
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La psicología representada en este libro en cada perfil mental y emocional de todos los personajes es inmenso, pasado, presente y que podrían llegar a ser en el futuro, todo nos lo es mostrado con lujo de detalles.
Trabaja en todas esas pequeñas cosas que hacemos en la vida y que nos recuerdan quienes somos.
Algo que me encantó y tengo que subrayar, es la terminología policíaca, jurídica y criminal, pero no te asustes, no es ni exagerada, ni pesada, ni excesiva, y mucho menos innecesaria. Esto le suma al libro, le da un aire profesional y serio a todos los acontecimientos terribles que están pasando.
Lo único exasperarte en algunos momentos son los diálogos sin fin que no llevan a ninguna parte (Doug por favor... sabemos que son tus memorias pero cállate un segundo), y el principal problema que me decepcionó bastante ... su final, muy predecible, como una vieja película de policías y ladrones, no sorprende.
Katzenbach tiene una gran habilidad para mantener en el borde del asiento al lector,
Con el tiempo todo termina cambiando. Todo el mundo pasa a una cosa nueva, reflexionó
No obstante vale la pena, este libro da espacio para mucha reflexión, sobre las reacciones humanas ante situaciones extremas como lo es el secuestro, la persecución, el autodesprecio, la frustración, la negación y durante toda la historia... la muerte.
Tengo "Juicio final" también de John esperándome, muy pronto lo leeré.
Intrigante deja mucho que reflexionar.
El suspenso y los pensamientos de los personajes desbordan las paginas.
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